Lanzar Muchos Tiros Con El Objetivo De Meter El Gol
He visto la vida como una estación central, donde llegan y salen todos los trenes de oportunidades. Sé adónde quiero ir, pero no sé qué tren me llevará allí. Estoy estancado en el mismo lugar por miedo a tomar el tren equivocado.
Lo mejor de todo es que ya estoy en la estación de las oportunidades, y todas van y vienen (como los trenes.) Todo lo que necesito es una idea general de adonde quiero ir — el nombre de la estación.
Todos las metas tienen un nombre, o algo así. Podría ser; convertirse en un hombre de negocios, un empresario, un escritor famoso, o incluso, ser solamente un mejor ser humano. Siempre y cuando que tenga una idea del objetivo en mente — ese será el nombre del tren que debe tomar.
“La única persona en la que estás destinado a convertirte, es la persona que tú decides ser.” — Ralph Waldo Emerson.
Recuerdo la primera vez que noté que había algo de escritor en mí
En la iglesia a la que asisto, me invitaron a dar mi testimonio de restauración, frente a muchas personas sin hogar (indigentes.) Soy parte del Ministerio de “Alcance para las personas sin hogar,” que sirve desayunos y ropa a cientos de personas necesitadas. Quién mejor que yo podría dar algunas palabras de aliento a quienes atraviesan situaciones de falta de vivienda. Perdí media década deambulando por las calles de Boston como un adicto al alcohol.
Pero yo nunca había hablado en público, y eso hizo que me temblaran las rodillas. Para darle un pequeńo truco, se me ocurrió escribir mi discurso. Todo lo que tenia qué hacer era leerlo en voz alta. Entonces, lo preparé pensando en todos los eventos desafortunados que me llevaron a la calamidad en la que viví. Luego salí con una conclusión de las decisiones que tomé, y que me ayudaron a superar la situación.
Lo leí con lágrimas en los ojos, reviviendo el desastroso pasado que le causó tanto daño a mi vida, física y mentalmente, y el dolor que le cause a mis seres queridos.
¡Lo deje salir!
Pude vislumbrar el hermoso arte de escribir y sus efectos especiales en los seres humanos. Luego decidí escribir más testimonios basados en mi pasado, para ayudar a quienes atraviesan la misma situación. Y, cuanto más escribía, más sentía el logro de expresarme a través de la escritura y ayudar a los demás.
Después de eso, fui con todo. Mi vida nunca fue la misma. No me quedé estancado en la estación de las oportunidades. La vida me dio la oportunidad de saber lo que era capaz de hacer — lejos de las adicciones.
Desde entonces, he estado escribiendo deliberadamente sobre hábitos y adicciones, lo que me ha ayudado a conocerme mejor a mí mismo y a conocer lo que influencia mi comportamiento. He visto muchos cambios positivos en mi vida. Mi estación del tren debería llamarse — “La estación de superación personal.”
Lo mejor de todo es que aprendí lo que impulsa mi vida: Escribir para ayudar a los demás.
La idea principal es seguir lanzando tiros al marco buscando meter el gol — del éxito.
Y en cuanto más escribo, más oportunidades (trenes) pueden llevarme a la “Estación del Exito en la vida.”
¡GRACIAS POR LEER!
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