El Verdadero Cambio No Ocurrió Hasta Que Me Di Cuenta Que “NO CAMBIAR SERÍA PEOR”
Recordando una ves que deambulaba por las calles desoladas a la medianoche, sentí un momento de iluminación y me di cuenta de mi situación actual. Sentí dejar mi cuerpo y observar mi realidad presente que me mostraba el futuro que me esperaba.
Tuve la impresión de estar observando al peor perdedor de este planeta, y me rompió el corazón darme cuenta de que me estaba mirando a mí mismo. Era incomprensible.Vistiendo ropa sucia que no me había cambiado en varios días. Empujando un carrito de compras lleno de botellas vacías, y un gran lío de cosas que recogía en los basureros todos los días. Parecía que la locura había atrapado mi vida.
Empecé a llorar con una gran tristeza. Me di cuenta de que lo había perdido todo. Desde mi responsabilidad de trabajar, hasta perder a mi familia. Arrastraba mi dignidad por todas las calles, así como arrastraba la carretilla de compras por todas las avenidas.
Sin embargo, con el pensamiento iluminado, me di cuenta que para salvar mi vida, tenia que empezar por algún lado. Lo que me vino a la mente fue preguntarme dolorosamente: ¿Cómo fue que llegué hasta aquí? Y con lagrimas sucias que rodaban por mis mejillas, comencé a orar a media calle de rodillas. A pedirle a Dios que me ayudara a encontrar una salida. Reconocí que solo Él tenia el poder para enderezar mi vida.
Empece a desenrollar el nudo de mis pensamientos ocultos. Los que escondía porque me hacían sentir culpable, y el único autor de todos mis males y angustias. *Se necesita mucho coraje para aceptar la culpa.*
“YO SOY EL ÚNICO RESPONSABLE DE TODOS MIS DOLORES, ANSIEDADES Y PROBLEMAS ACTUALES.”
WOOOWWW, **suspiré** “SE SINTIÓ TAN BIEN DEJARLO SALIR.”
Ahora que había aceptado mi culpabilidad y puesto mis pies en el suelo (o debería decir *fondo*), no tenía más remedio que escalar hacia arriba, porque lo último que me esperaba estaba a solo dos metros y medio debajo de mí. La tumba fría.
Ese preciso momento de iluminación y oración iluminó mi mente. Necesitaba encontrar en el fondo de mi alma algo a que aferrarme. Dios era mi única esperanza. Como cuando te caes en un pozo, y lo único que puedes agarrar para salvar tu vida es una pieza de hierro caliente al rojo vivo. Sé que lo agarrarías porque yo también lo haría, en medio de la desesperación por salvarme, el dolor de las manos no me importaría.
No tenia tiempo para esperar a que alguien se apiadara de mí y me ayudara. Necesitaba tomar una decisión y actuar. Nadie podia, ni debería hacerlo por mí.
“Yo era el único responsable de mi desorden en la vida.”
Hay obstáculos que superar y montañas que escalar al intentar levantarse del suelo como todos los comienzos. Siempre hay resistencia, como la gravedad jalándote de vuelta hacia abajo. Es diferente para todos, y para mí fue como escalar el monte Everest. El alcohol me había robado la fuerza de voluntad, y él autocontrol, pero yo estaba decidido a tomar mi ultima pelea por lo ultimo que me quedaba “Mi Vida.”
Comencé a observar, cómo inconscientemente todo lo que hacía durante el día, con quién andaba, y en los lugares por donde circulaba, en todo lo que hacía tenía la bebida en el fondo de mi mente. Incluso conscientemente, como en piloto automático, siempre terminaba en el mismo lugar, borracho y olvidándome de todas las promesas que me había hecho.
Parecía que la resistencia de la vida cotidiana o social era demasiado dura para enfrentarla nuevamente. Era más fácil olvidar el mundo con todas sus responsabilidades, y emborracharme una y otra vez.
Pero un día llegó lo inevitable. Terminé en la parte trasera de la casa de refugio (shelter), tendido en el suelo. Alguien se dio cuenta y llamó a la ambulancia. Por supuesto, la policía vino a averiguar qué fue lo que me había sucedido.
Uno de los policías me hablo cuando estaba medio despertando, borracho y maloliente como una mofeta.
“Señor Jeronimo, estuve a punto de declararlo muerto.” dijo el policía “Los paramédicos estaban teniendo dificultades para despertarle, incluso con descargas eléctricas.”
Miré a mi alrededor y reconocí dónde estaba, en medio de una conmoción de gente: paramédicos, bomberos y policías. Todos esperando la noticia final…“Está Muerto.”
El oficial me dijo de nuevo, “hoy tienes que tomar una decisión, o no podrás hacerla otro día,” sacudiendo la cabeza.
Esas palabras “TOMAR UNA DECISIÓN” me hicieron darme cuenta de que el único recurso que me quedaba a mi disposición era tomar una decisión y cruzar una linea en el suelo y decir “NO IRÉ MAS ALLA DE ESTA LÍNEA” , porque sabía que me iría a la tumba si seguía haciendo lo mismo.
Hoy recuerdo, como las palabras del Author “Ayodeji Awosika” en su libro (Tú 2.0: Deja De Sentirte Estancado, Reinvéntate Y Conviértete En Un Nuevo Tú) “Encajan tan bien en mi vida.”
“Cuando analizas con seriedad lo que sucederá o no en tu vida, empiezas a sentir la gravedad de la situación. Cuando realmente veas hacia dónde se dirige tu futuro, te sentirás inspirado para cambiar. A menudo se necesita una reflexión continua — sobre el futuro y la muerte — para que su situación duela tanto como para querer cambiar.”
“EL CAMBIO VERDADERO NO OCURRE HASTA QUE UNO NO DECIDA CAMBIAR. NO ELEGIRÁ CAMBIAR, A MENOS QUE NO HACERLO SEA PEOR.”
No te mentiré diciéndote que cambié de la noche a la mañana. Me tomó muchos errores, tropiezos y pruebas, pero mi decisión de alejarme del alcohol me llevó a “un gran cambio en mi vida.”
Ahora me siento como dice la canción, “I can see clearly now the rain is gone, I can see all obstacles in my way. Gone are the dark clouds that had me blind.” Jimmy Cliff
Hoy puede que en mi escritura suene feliz y con sentido del humor, pero por nada en este mundo querría que “Tú o Yo” atravesáramos la terrible experiencia a la que me expuse, al borde de la muerte.
Sin embargo, algo hermoso sucedió en mi camino hacia la recuperación.
Miré hacia atrás y vi el resto de muchas almas desesperadas tratando de salir de “El Abismo del Alcoholismo.” Sentí como si una cicatriz en mi corazón sangrara cada vez que veía a personas sin hogar deambulando por las calles, debido al alcoholismo y las drogas. Sabia cómo se sentía esa situación pues yo la había vivido en carne propia. Comencé a sentir el deseo de “escribir mi proceso de recuperación,” para ver si podía ayudar a alguien que se encontrara en esa situación o que podría beneficiarse, al identificarse con mis experiencias.
La satisfacción fue enorme, no solo porque mi alma se liberó de los muchos resentimientos que sentía en mi corazón por los muchos errores que cometí en la vida, y por la gente a quien le hice daño (con o sin intención.) También porque a través de mi escritura, “pude extender mi mano hacia la oscuridad, para sacar a otro hermano hacia la luz.”
Mi mensaje podría ser uno de esos que quieres ocultar debajo de la alfombra, o ignorar la realidad de la vida, porque simplemente no te ha pasado a ti. Siento que la pasión que hierve en mi corazón es escribir mis experiencias para atraer la atención de quienes necesitan ayuda y de quienes aún no entienden lo que se siente al vivir condenado a las adicciones y la indigencia (homelessness.)
Todos podemos ayudarnos unos a otros si abrimos nuestro corazón para comprender y difundir el mensaje de amor, “Ama a Tu Prójimo Como A Ti Mismo.” Y conocerás la bondad que emana de tu interior.
Gracias por Leer mi Publicación!
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